Historia

LA UNIVERSIDAD DE LA CIÉNEGA:

 UNA NUEVA UNIVERSIDAD PARA MICHOACÁN

pública, laica, apartidista, intercultural, con personalidad jurídica y patrimonios propios.

Durante un largo tiempo se trabajó en el análisis de las tendencias de la educación superior en el mundo y en nuestro país para diseñar el modelo académico de la nueva universidad, además se elaboraron de manera participativa los planes de estudio de las diez carreras que tendrá la universidad.

En estos trabajos participaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (con la que el gobierno del Estado firmó en su oportunidad un convenio al efecto), provenientes tanto de la ciudad de México como del Campus Morelia, así como de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, del propio gobierno del Estado y de otras instituciones académicas.

Desde sus inicios se ha contado con la colaboración entusiasta de funcionarios, instituciones y personas de la sociedad civil de la región de La Ciénega en el estado de Michoacán, principalmente de los municipios de Sahuayo, Jiquilpan, Emiliano Zapata, San José de Gracia, Marcos Castellanos, Zamora, Tangamandapio, Chavinda, Villamar, Venustiano Carranza, Régules, Cojumatlán, Briseñas, Tocumbo, Cotija entre otros, así como de un Patronato de Apoyo al Proyecto.

Todo este desarrollo se ha fundamentado en estudios realizados por la Secretaría de Educación en el Estado y el entonces Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU), perteneciente a la UNAM, en los cuales se han analizado la demanda potencial y la oferta de educación superior tanto en la región noroccidental del estado como en la zona centro occidente del país (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit), así como el comportamiento de diversas variables demográficas, educativas y de trabajo en ambas regiones.

La Universidad de La Ciénega es una institución de estudios superiores del Estado y, por lo tanto pública, laica, apartidaría, intercultural, con personalidad jurídica y patrimonio propios, respetuosa e interesada en el estudio de una diversidad de corrientes científicas, filosóficas, políticas, ideológicas y religiosas, en la que tienen cabida personas, trátese de estudiantes, profesores, directivos o empleados, sin ninguna discriminación de género, edad, etnia, filiación política o credo religioso.

Las funciones de la universidad son la docencia en nivel superior; la investigación básica y aplicada; la consultoría y asesoría externas; la diseminación de la cultura y el conocimiento; la extensión de sus servicios a la sociedad en general; el otorgamiento de títulos, grados académicos, diplomas y certificados; el análisis crítico del desarrollo material, intelectual, afectivo, social y moral de la sociedad y del país; y la gestión eficaz y eficiente de todo ello. El desarrollo de estas funciones en las diferentes disciplinas y campos es necesariamente paulatino, pero debe dejarse claro que la universidad demanda para sí, de manera permanente, las funciones señaladas; no nos imaginamos una universidad en la que sus funciones académicas se reduzcan a impartir clases, organizar unas cuantas actividades culturales y publicar un par de libros y revistas.

Aunque contribuye de manera significativa a dar satisfacción a la demanda potencial de educación superior en la región centro occidente del país, la universidad se ha ido constituyendo como una institución de frontera, esto es interdisciplinaria, intercultural, interregional, interestatal e internacional, con todo lo que ello implica en el estudio de las relaciones y reacciones recíprocas que se dan entre las disciplinas, las culturas, las comunidades, las regiones, los estados y las naciones. Esto está reflejado en todas sus funciones y en los intercambios académicos que establece. En un tiempo razonable, la Universidad se propone contar con extensiones en otros estados del país y en otros países. La Universidad de La Ciénega no es, pues, una universidad local.

Juan Manuel Gutiérrez Vázquez